martes, 10 de mayo de 2011

Solucionando el mundo. Parte 1 de 4: "no me cuentes historias"

Esta es la primera parte de una larga reflexión sobre problemas actuales y mi búsqueda personal de soluciones. O al menos de cuál es el granito de arena que podría aportar. Os invito a leer las 4 partes, aunque esta primera parezca menos relacionada, la creo necesaria para llegar a la cuarta y más importante.
Empiezo hablando de lo que supone conocer algo de historia, y cómo me doy cuenta de que me podría ayudar mucho para responder muchas preguntas que me hago... la pena es que por desgracia la desconozco casi por completo.


Nunca me gustó estudiar Historia. Mira que tengo familiares cercanos que se dedican a ella… pero a mi no me ha entrado. Lo primero que me pasa por la cabeza son reyes, fechas y nomenclaturas complicadas de entender. Y lo peor, encima que tuve que estudiarla, no la recuerdo. Me considero un inculto, uno de esos que evitan ciertas conversaciones porque no son capaces de recodar la fecha del fin de la primera guerra mundial (ahora mismo y sin mirar Wikipedia, pienso que a principios de siglo) o quiénes eran los Visigodos.
Es una putada, me gustaría recordar todos esos datos, mínimo para el Trivial y para no quedar mal muchas veces.

La cuestión es que consiguieron que me interesase por las “ciencias” y curiosamente recuerdo muchísimo de lo que estudié al respecto en el cole e instituto. Me siento capaz de explicar matemáticas de 1º de Bach sin muchos problemas (por ejemplo). De todas formas, creo que la forma de enseñar historia o literatura no está bien planteada. No interesa, aburre y por tanto se olvida. Pero no es en este trapo en el que quiero entrar.

Cada vez veo que la historia es más importante. ¿De que sirve saber lo que les pasó a los demás hace años? Pues para que no nos vuelva a pasar a nosotros. Muy sencillo.
Ha habido guerras, crisis y mil problemas más con anterioridad. Y nosotros somos los mismos, no hemos evolucionado, solo nos acompañan ciertos avances tecnológicos. Pero nuestras cabecitas son las mismas desde hace mucho tiempo.
Pero… ¿por qué no aprendemos nada del pasado? Creo que vemos la historia como algo lejano, que no nos pasará a nosotros. Nos cuentan cosas muy recientes como la 2ª guerra mundial y se siente como algo añejo, que nunca pasará más. Y pasan cosas parecidas ahora mismo en el mundo, masacres similares que los telediarios olvidan contar.
Pero hemos nacido en un mundo de puta madre (miento, en un lugar del mundo). Mi generación no ha vivido ninguna penuria, y si nos hablan de crisis lo vemos relativamente lejano o algo que pronto terminará por irse. Confiamos en cómo funcionan las cosas, porque no conocemos otra forma de funcionar.

A lo que iba, la historia, la forma de contarla, de enseñarla, de aprenderla no es la mejor. Empatizo más cuando veo una peli de una invasión alienígena. Total, salen personas “contemporáneas” con problemas chungos (invasiones). Eso lo hace más creíble y te pones más en situación. Que horror tiene que ser. ¿Y una Apocalipsis zombie? La leche.
Pero una invasión alienígena no dista mucho de una invasión humana (excepto por los colmillos afilados, babas, tentáculos y tecnología sorprendente). Y ya que casi viene al canto, que grande la peli "Distrito 9".

Ponerse en la situación de los que han pasado cualquiera de esas situaciones chungas es complicado, pero necesario para pensar que no quieres que eso suceda de nuevo, o intentar evitar que le suceda a otros. Conocer las causas y conocer la realidad actual es básico para no tropezar con la misma piedra, o al menos para conocer las razones reales de las cosas y que no nos puedan engañar u ocultar los hechos.
Es más, muchas veces se han solucionado esos problemas, y ahora no sabemos cómo actuar. Sólo hay que mirar atrás, ver que han hecho, contrastar y ver que se puede aportar ahora.

¿Conocéis la Revolución Francesa? Pues yo muy poco… de hecho cuando llegue a casa prometo leer un poco de ella. Pero me viene a la mente un problema social, la gente se echa a la calle, la remueve y la presión termina por tener sus frutos y se empiezan a aplicar soluciones. Ostias, eso ya se ve lejano. Nos imaginamos una peli con vestuarios antiguos, coches de caballos, etc. Bueno, pues pensemos en Libia, que es más cercano… pero joder es que eso es otro mundo, nada que ver con Europa, esto es otra historia…
Pues es la misma. Y tenemos armas nuevas, armas que no hacen daño, formas de comunicarnos, de unirnos y gritar en la misma dirección.

Pero ¿porqué tenemos que gritar? Yo estoy agustísimo en mi tren con mi portátil y cuando llegue a casa tengo comida en la nevera…
Vale, esta entrada se va por las ramas... ¿y cuál no? Mañana, en una escatológica entrada, iré mucho más al grano y os contaré de donde saco razones para gritar.

Click aquí para ir a la segunda parte 

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