Pasan los días, y con ellos mil cosas que me gustaría
escribir en el blog. Y al pasar se van quedando atrás y se olvidan. Y el
cansancio deja para otro día esa nueva experiencia que quería compartir.
¿Entonces qué cuento yo ahora? Supongo que lo ideal es hacer un pequeño resumen
de cómo me van las cosas, pues seguramente sea lo que más interese en los
mundos ibéricos. Hoy sobre el currele.
El resumen que hago a todo el mundo sobre mi trabajo en la
EARTH queda en: "a nivel profesional es donde mas adaptado estoy". Y
me quedo más a gusto que un arbusto. No cuento detalles ni amplio el concepto
de "adaptado". Así que, dentro de la brevedad, voy a hablar un
poquito más.
Mis clases van bien. Ya casi ha terminado el cuatrimestre,
con lo que cierro un ciclo en la asignatura. Ha sido una maratón de preparar
clases, ponerlas en práctica, cambiarlas de un grupo para otro y vuelta a
empezar con la siguiente. Este proceso ha sido gratificante unos días, por
clases que funcionaban, duro en otras ocasiones, por evaluaciones que he hecho
o clases que directamente no funcionaron. Pero sin duda estoy aprendiendo como
una bestia. Mi cabeza destila y rezuma ideas sobre como cambiar este contenido,
como darle la vuelta a la evaluación o como mejorar la puesta en práctica.
Y ayuda mucho la propia universidad. Tenemos un programa de
inducción pedagógica, donde continuamente vemos temas interesantes o sacamos a
debate cuestiones educativas de base. Nos envían a Boston a un congreso sobre
educación de bastante prestigio. En las reuniones de facultad se presentan
proyectos integrados entre muchos profesores y estoy asistiendo a todo un
proceso de modificación del plan de estudios y revisión curricular. En
conclusión, el ambiente es un caldo de cultivo para sacar ideas de aplicación
directa en mis clases. Estoy "aprendiendo haciendo" o en mitad de un
aprendizaje experiencial del copón. Todo lo que promueve la universidad recayendo
sobre mi experiencia docente.
Todo esto me lleva a pensar que si algún día dejo este
trabajo, voy a echarlo de menos casi con total seguridad. Y también tiene sus
peros, sus letra pequeña, sus contradicciones... pero ir descubriéndolas forma
parte de lo que estoy aprendiendo.
Ahora estoy en mitad de la evaluación. No hago exámenes,
pero hay tareas, trabajos grupales y proyectos individuales que corregir.
Muchos. Demasiados. Sumados a las mil autoevaluaciones que se hacen, tengo un Excel
que da miedito. Y la conclusión es: evaluar bien es jodido. Y no digo por
corregir o meter datos en las tablas. Me refiero al sentido que tiene la evaluación.
Para qué evalúas, qué instrumentos utilizas, cómo ayuda tu evaluación a que
ellos aprendan, cuánto coincide lo que debieras evaluar y lo que estas
evaluando… movidas que dan para escribir mucho rato y no voy a entrar.