sábado, 21 de diciembre de 2013

Puesta al día: vida social

A menos de 24 horas de que mi mundo se recontruya con la llegada de Elvira, voy a intentar describir el talón de Aquiles de mi estancia en CR.
En este tema me cuesta ser objetivo, consistente, claro... ya que mi estado de ánimo me puede hacer echar mierda por la boca o sentirme querido en el campus. Y me arriesgo a decir que la realidad está justo en mitad, una forma de vida definida como "soledad parcialmente acompañada".

Creo que ya he comentado antes las similitures con un Erasmus. Llegar a un sitio nuevo, donde no conoces a nadie y todo el mundo es potencialmente un "amigo", "compañero" o lo que quieras llamar. Inconscientemente vas acercándote a unos y otros. Me arriesgaría a decir que el único criterio es que te hagan caso, te inviten a algún evento, etc. Sentir que hay algo bidireccional. Te llaman para ir a tomar unas cervezas, para comer en casa o simplemente se paran a hablar contigo un rato en el complejo deportivo.
Hasta aqui todo bien. Esto es un internado, las posibilidades de conexión son pocas y el mundo exterior está algo lejos y lo percibo como una jungla donde no tengo ni idea de cómo empezar a conocer gente. Pero algunos se cruzan en tu camino con buenas intenciones. Y se agradece mucho.

Ese primer paso funciona bien. De hecho hay un climax de sentirte con gente, con amigos y que todo va de pm. Puro Erasmus. En París estaba en ese plan por octubre-noviembre. En aquel entonces no hubo cuesta abajo hasta pasada la navidad. Ahora ha venido un poco antes.
Y ese cambio es lo que podríamos llamar "la poda", "el desenamoramiento" o mejor peor llamado "desamigamiento". Y es cuando ya vas conociendo a esas personas. Dejes de ver sus maravillas y presencias también sus fantasmas. Y de media todos se separan unos puntos de tu eje. Te ves un poco más solo.
Esto suena horrible, pero no es tan malo. En Francia simplemente definió el tipo de relación que tuve con unos y otros, me hizo redescrubir a otras personas y afianzo grandes lazos con unos pocos. Fue pasar del mundo de la piruleta y el arcoiris eterno a una realidad de personas que valían la pena y otras con las que pasar el rato. ¡No era malo! no siempre encajamos con todos.
El problema al transladarlo a este mundo es que en mi mundo de la piruleta había no más de 5 personas (en Paris puede que 25 o 30) y tras la poda no encuentro a nadie en un radio suficientemente cercano para apoyarme si tropiezo.
Algunos casos han sido un jarrazo de agua helada, que casi despiertan en mi algo de rencor. Te entran ganas de ponerte Hollywoodiense y gritarles "¡creía que te importaba!". Luego respiras y te sientes un poco estúpido e intenas ver lo bueno que queda de cada persona.
A esto le sumamos que algunos conocidos se van de la universidad (por cuestiones personales) y la cosa se queda algo fría.

Tengo que hacer grandisimos esfuerzos, activos, proactivos y su puta madre en almibar (palabra que siempre tengo que buscar como coño se escribe, y no por la "b") por conocer gente nueva. Tengo proyectos en mente. Quedan para año nuevo. Pero tengo una sucesión de visitas que rompen los planes y a la vez me alegran el alma.

Esto es un puto reto. Antes digo que no me gusta vivir solo, que mi vida es mi mundo social, que soy tímido para las nuevas relaciones y toma 20 tazas. Y llamarlo reto suena bonito. Una meta, un crecimiento personal, subir de nivel, dominar el mundo y una puta montaña rusa emocional entre que te sientes que puedes y te haces pequeño, cavas un hoyo, te tiras y empiezas a echarte la tierra encima poquito a poquito.

Y echo de menos el apoyo de mi gran compañera y mujer de mi vida, echo de menos a todos los amigos y amigas de verdad, a mi familia e incluso a mi Darkillo. Y con ello los valoro y me doy cuenta del tesoro que tengo. Costa Rica tiene una biodiversidad del copón, unas playas de postal y un clima calentito pero, aunque me haya traído mis muebles y cositas de España, se me ha quedado allí lo que más quiero y lo más ireenplazable. Creo que me siento fuerte para vivir una temporada en Costa Rica, pero sé que volveré con mi gente.



lunes, 16 de diciembre de 2013

Gracias hermanita

Aún no he terminado de desempaquetar la altamente esperada y recién llegada mudanza cuando, a mitad de camino, he tenido una sorpresa realmente inesperada. De hecho ha sido la hostia emocional más impresionante que me he llevado en un buen tiempo. No tengo ni idea de como transmitir desde este teclado lo que vengo de sentir. Ha sido realmente intenso.

Termino de montar mi cama (¡mi cama!) y voy a buscar las sábanas. Abro la caja con la magnífica indicación familiar de "sábanas" y ojeo con la intención de encontrarlas. Y veo un paquetito que pone "Para que en casa te sientas pura vida". Ha sido un disparo a mi cerebro límbico que me ha tumbado de una sola bala. De primeras no sabía ni quién lo había escrito, ¿mi mami?, ¿mi tita?, ¿Elvira?, ¿papá?, en cualquier caso ha sido el darme cuenta de que todo lo que me ha llegado ha sido gracias a un trabajazo enorme por su parte. Me he sentido querido y mimado, he sentido que pese a llevar 3 meses y medio fuera, me siguen dando cariño. Y ya he roto a llorar.

Pero ahí no se queda  la cosa. Ojear el paquete y ver un montón de cosas sin identificar. Una carta, telas, un muñeco de Totoro... Más lágrimas. Se han acordado de ayudarme a decorar, ¡me han mandado un jodido Totoro! ¡Y hay una carta! De hecho me he ido del cuarto antes de leer la carta a tumbarme a llorar en mi cama sin sábanas. Que mezcla de felicidad y melancolía.

Pero es que faltaba la carta. Leerla y ver que ha sido todo un regalo de mi hermana. Que eran sus cosas. Las cosas con las que ella adornó su casa en Bruselas y en China. Las cosas que le hicieron sentirse en casa pese a estar lejos. Es demasiado. Esto no sólo me hace sentirme en casa, me hace sentirme querido, me hace recordar que mi familia es lo que más quiero en el mundo. La carta es preciosa y me ha hecho llorar sin mirar el reloj. Y son lágrimas que me alegro de derramar, que no deben poner triste ni hacer sentir compasión a nadie. He disfrutado cada una de ellas.

Gracias hermana Eugenica y gracias a toda mi familia

martes, 3 de diciembre de 2013

Puesta al día: ocio

Por enlazar con la entrada anterior, contar cómo ese nivel de exigencia pedagógica al que me someten los estudiantes y la universidad a veces no es tan llevadero. Por algunos comentarios y charlas con alumnos voy viendo que mi curso "no ha estado mal", cuando yo creía que había estado "bastante bien". Veo los errores, veo las cosas a ir cambiando... pero cuesta escuchar esos comentarios. Es común que hable de otros profes como algo mítico. ¡Ojolá puede llegar a ser algo así!
Cierto es que tengo en contra que casi todos se esperaban otro tipo de curso, centrado en hacer deporte (muy a lo que, por desgracia, suele ser la EF en España) y se han encontrado algo más diferente, con carga académica, con tareas, con proyectos, etc. Y muchos siguen quejándose... les cuesta entender que para mi el complejo deportivo es un medio, no un fin. Y si no se me ocurre una forma estupenda de explicar nutrición en el complejo... pues será en clase.
Aunque el año que viene pienso llevarlos a un supermercado.
En fin, a lo que iba hoy... sobre mi ocio y tiempo libre.

A nivel deportivo estoy algo estancado. Me motivé con el triatlón, pero no pude llegar a participar en ninguno y ya ha terminado la temporada. El no tener una meta me desmotiva, y lo más que consigo es ir a nadar unas 3 veces en semana. Días sueltos corro, pero me cuesta bastante tener la iniciativa para ir solo.
Estando en Boston me compré unos tacos de fútbol... para obligarme a participar en algún deporte de equipo. Hay varias pachangas todas las semanas y quiero superar la barrera del miedo e ir a jugar. El nivel es alto, pero yo sólo busco divertirme y echar un rato.
Hoy he terminado el curso con deportes alternativos. Un poco lo que esperaban de mi curso, pero a mi manera (nada de fútbol, baloncesto, etc.). Y me lo he pasado en grande jugando a ultimate. Debiera de organizar pachangas de ultimate o rugby tag.

El baile ha pasado una etapa de frustración y estoy en proceso de encontrar posibilidades de arrancarlo de nuevo. Sin clases y sin nadie que tenga paciencia de enseñarte algunas cosas es muy difícil aprender, y las últimas veces me desanimaba un poco al ir a bailar. Espero encontrar una academia de baile más cerca que en la capital (a 2 horas), aunque de momento no ha habido suerte.
También es cierto que mi grado de desinhibición es un factor a destacar en este aprendizaje. Días más tristones o de baja autoestima llevan a salidas a bailar frustradas. En cierto modo unas clases me ayudarían a tener confianza y que no suponga un reto personal tan grande cada vez que vaya a bailar.

El tiempo de ocio en casa suelo dedicarlo a pelis, chateos, skypes, starcrafts, series y poco más. Y mira que tengo posibilidades, pero llego cansado a casa y no doy para mucho. Al menos espero que llegue pronto el coche y mi mudanza para poder ampliar las posibilidades que tenga por aquí.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Puesta al día: trabajo

Pasan los días, y con ellos mil cosas que me gustaría escribir en el blog. Y al pasar se van quedando atrás y se olvidan. Y el cansancio deja para otro día esa nueva experiencia que quería compartir. ¿Entonces qué cuento yo ahora? Supongo que lo ideal es hacer un pequeño resumen de cómo me van las cosas, pues seguramente sea lo que más interese en los mundos ibéricos. Hoy sobre el currele.

El resumen que hago a todo el mundo sobre mi trabajo en la EARTH queda en: "a nivel profesional es donde mas adaptado estoy". Y me quedo más a gusto que un arbusto. No cuento detalles ni amplio el concepto de "adaptado". Así que, dentro de la brevedad, voy a hablar un poquito más.

Mis clases van bien. Ya casi ha terminado el cuatrimestre, con lo que cierro un ciclo en la asignatura. Ha sido una maratón de preparar clases, ponerlas en práctica, cambiarlas de un grupo para otro y vuelta a empezar con la siguiente. Este proceso ha sido gratificante unos días, por clases que funcionaban, duro en otras ocasiones, por evaluaciones que he hecho o clases que directamente no funcionaron. Pero sin duda estoy aprendiendo como una bestia. Mi cabeza destila y rezuma ideas sobre como cambiar este contenido, como darle la vuelta a la evaluación o como mejorar la puesta en práctica.
Y ayuda mucho la propia universidad. Tenemos un programa de inducción pedagógica, donde continuamente vemos temas interesantes o sacamos a debate cuestiones educativas de base. Nos envían a Boston a un congreso sobre educación de bastante prestigio. En las reuniones de facultad se presentan proyectos integrados entre muchos profesores y estoy asistiendo a todo un proceso de modificación del plan de estudios y revisión curricular. En conclusión, el ambiente es un caldo de cultivo para sacar ideas de aplicación directa en mis clases. Estoy "aprendiendo haciendo" o en mitad de un aprendizaje experiencial del copón. Todo lo que promueve la universidad recayendo sobre mi experiencia docente.

Todo esto me lleva a pensar que si algún día dejo este trabajo, voy a echarlo de menos casi con total seguridad. Y también tiene sus peros, sus letra pequeña, sus contradicciones... pero ir descubriéndolas forma parte de lo que estoy aprendiendo.

Ahora estoy en mitad de la evaluación. No hago exámenes, pero hay tareas, trabajos grupales y proyectos individuales que corregir. Muchos. Demasiados. Sumados a las mil autoevaluaciones que se hacen, tengo un Excel que da miedito. Y la conclusión es: evaluar bien es jodido. Y no digo por corregir o meter datos en las tablas. Me refiero al sentido que tiene la evaluación. Para qué evalúas, qué instrumentos utilizas, cómo ayuda tu evaluación a que ellos aprendan, cuánto coincide lo que debieras evaluar y lo que estas evaluando… movidas que dan para escribir mucho rato y no voy a entrar.

martes, 19 de noviembre de 2013

Vuelos en avión y recuerdos asociados

Curioso que este finde al llevar como una hora de avión me empezara a encontrar inquieto, nervioso e incluso culpable. ¿Culpable de qué? ¿A qué se debía esa ansiedad rara que tenía? No caía en nada concreto. No tengo miedo a los aviones, no iba por cosas de trabajo, no tenía ninguna gran preocupación en mente...

Y ya luego me dio por recordar mis últimos vuelos largos en avión, los cuales incluyen:
  • Vuelo de ida a Costa Rica para la entrevista. Cagado de miedo, repasando la presentación, sin parar de pensar cómo será aquello, cómo serán las reuniones...
  • Vuelo de vuelta de Costa Rica. La cabeza en una montaña rusa al saber que me han ofrecido el puesto. ¿Qué hago con le viaje a Tailandia? ¿Qué pensará Elvira? ¡¿Qué hago con mi vida?!
  • Vuelo de vuelta de Tailandia. Sentimiento de culpabilidad enorme por dejar a Elvira en mitad de un viaje que debía ser "nuestro". Me sentía realmente mal, a la vez que nervioso por todo lo que se me venía encima en España. Preparar mi mudanza, preparar clases, etc.
  • Vuelo de ida a Costa Rica, ya para quedarme. Evidentemente, otra montaña rusa de dimensiones cósmicas. Las emociones jugando al churro pico tenna sin control parental y con el hijo puta de la clase saltando cada 2x3.
Pues normal que me monte en un avión y mi memoria emocional le de por reavivar ese torbellino. Por suerte fue pisar Boston y se pasaron completamente. De hecho ha sido un viaje muy interesante. Por la ciudad, por el congreso, por disfrutar el clima seco y frio, por conocer a más gente de mi universidad, por desconectar de los de siempre, por practicar el inglés...

domingo, 10 de noviembre de 2013

Apoyo de quién menos lo esperas

Sin ánimo de despreciar toda la ayuda que tuve ayer y me sacó del pozo, quiero destacar algo que no es fácil que ocurra en España y me sigue fascinando de aquí.
Mensaje de un estudiante esta mañana:

Buen día, espero que este bien. Me dio la impresión de que ayer estaba un poco triste, solo que por respeto no pregunte. Si puedo ayudar en algo, con gusto.

:__)

sábado, 9 de noviembre de 2013

Eso te pasa por hablar...

¿Habéis leído la entrada anterior? Justito la que está abajo. Como molo, que bien me lo monto y que de puta madre me tomo la vida. Pero Murphy tiene muchos corolarios, y uno de ellos te castiga el Karma como digas que todo funciona bien.

Y aquí ando, resucitando poco a poco de un viernes/sábado mierder que te cagas. Ojalá fuera por una lucha a vida o muerte con un boa, pero ha sido una lucha contra mi mismo.
El viernes, as usual, arrastrando un cansancio considerable me da por venirme un poco abajo. Así, sin avisar ni pensarlo mucho. ¿Arriba o abajo? enga, pues vayámonos a las profundidades del hoyo y echemos tierra encima, si hay muchos días para estar arriba... Si es que soy la monda.

En fin, consigo arrancar, cenar con amigos y unos estudiantes y luego salir de fiesta. Y allí, tras una segunda cerveza en el pub de moda de los estudiantes (el antro más cercano a la universidad), me da por sentirme ajeno a todo lo que me rodea. Muy ajeno. Qué coño hacía yo allí. ¿Hola? ¿Hablan mi idioma? ¡Madre!, ¿me regala otra cerveza? No ayuda. No me atrevo hoy a bailar, me vaya a pisar a mi mismo y me haga daño. Bastante me estaba fustigando con esa perspectiva autodestructiva.

Y nada, a casita que me voy pronto. Y me despierto con la estupidez como bandera. ¿Te vienes con la bici? No ¿Te vienes a la playa? No ¿Estamos en San José, vente? Nah. Hola, somos estudiantes divertidos y jóvenes, ¿te vienes de fiesta? Huy no, me lo vaya a pasar más bien de la cuenta.
Y aquí estoy, redondeando las esquinas de la casa con mi frente. Por suerte Elvi me ha subido los ánimos, luego algún mensaje de amigos de por aquí que se han dado cuenta de mi gilipollez pasajera y vengo de colgar a Alex y Arantxa que han terminado de arrancar la sonrisa que necesitaba.

En fin, el tono apocalíptico de la entrada es en pro del desahogo personal. Siéntanse utilizados, pero no manden a los bomberos. La cosa no está tan mal como parece. Forma parte del proceso de adaptación, irse a la mierda y levantarse de un salto oliendo a brisa del Caribe, puño en alto, mirada estrábica y coros épicos de fondo.

Cortesía del peliculón Mindgame

jueves, 7 de noviembre de 2013

Resumen de situación

Huston, do you copy me? Llevo unas semanas flotando entre palmeras, cocos y clases de nutrición. Desconozco mi ubicación actual. O quizá es la ubicación la que me desconoce a mi, pero hago lo posible por establecer conexiones. De hecho, estoy bien. Puedo estar mejor, y lo estaré, pero ya puedo decir tranquilamente que mi día a día tiene una trayectoria más rectilínea, dejando esas sinuosidades de inflexión nocturna para días muy concretos y aislados. Son algo más de dos meses desde que despegamos y los siento como 8, creo que se mueven a velocidades relativistas.
Mis cosas de España siguen en el limbo de las aduanas y las empresas de transportes. Pero mi casa ya es mi casa. Los bichos me acompañan, la humedad alimenta el moho en mi ropa, las iguanas saludan cuando hace sol y los ruidos extraños siguen siendo producidos por bestias asesinas. Y yo me planto en mitad, brazos en jarra, risa histriónica y me lo como todo con patatas arroz y frijoles.

El curro va bien. Tras unas semanas de mucho trabajo organizando una salida con la promoción de cuarto, llevo dos más tranquilito. Dando mis clases, corriendo cosas atrasadas, centrándome en solucionar temas administrativos, etc.
Cada semana doy la misma clase de 2 horas a 4 grupos. De forma que sólo tengo que preparar una clase por semana. En Arriate tenía que preparar 8 distintas por semana y me parecía más sencillo. Aún no tengo claro porqué, pero el listón aquí está más alto. En cierto modo los estudiantes son muy exigentes y hay que hacer clases especiales si quieres ganártelos, supongo que eso me mete presión.

El resto de la semana se pasa entre deporte, salidas a bailar, viajes a Puerto Viejo o a San José (¡donde ya he ido al cine!) y cualquier actividad que se me presente. Cómo tengo poco que proponer, tiendo a decir sí a cualquier idea. Por poner un ejemplo a este correo tan general y soso, ayer me invitaron al "cafecito pequeño mundo". Pues allá que me planto yo a ver qué es eso. Y resulta una actividad dirigida por un psicólogo para mejorar las relaciones interculturales. Tocaba autoconocimiento, y estuvimos de ejercicios de respiración, meditación activa en un "laberinto de piedras" súper curioso (la verdad que me relajó mucho esto) y luego te invitan a café y un bizcocho de plátano. Pues muy bien. Que yo me apunto.

Y para terminar una fotillo de la iguana de mi jardín, que la joía es muy tímida, no se deja fotografiar bien y esta vez la pillé tomando el sol. Nos correteamos un poco y saqué esta foto malísima.





viernes, 25 de octubre de 2013

De la escalada al baile pasando por el triatlon

Nunca me ha sido fácil cambiar de deporte. Aunque sea de INEF y me encante practicar deporte, a la hora de mantener una constancia necesito que el deporte me apasione. Puedo entender muy bien a toda la gente que deja el gimnasio, la piscina o el equipo local de petanca isleña sub-21. Es necesario estar en casa, en el trabajo y en el vater pensando en la próxima vez que vas a calzarte los tacos de fútbol, montarte en tu triciclo, limpiar tu bola de bolos o subirte el tutú a la altura de las caderas, apretarlo fuerte, quitarte el resto de ropa, pintarte las uñas a juego y salir a recorrer la gran vía hasta llegar a la media maratón. Tienes que ser un maldito freak de esa actividad.

Y llevo años que la escalada ha sustituido a esas largas noches de crack y heroína, éxtasis y desmadre, resacas y paracetamoles. Soñar con el siguiente finde, revisar la guía de escalada mientras plantas un pino, cerrar los ojos y ver invertidos, bidedos, cazos, y chapajes peligrosos que te ayudan a ir cortando el papel higiénico. Y ahora que coño hago aquí que no hay ni un bordillo al que asomarse.

Pues empecé por hacer algo para no perder la forma y en cierto modo para dar ejemplo de lo que educo. No me cuesta mucho nadar y aquí tenemos una piscina de 25 m. Perfecto. Algún día me asomé por el gimnasio, pero hay algo macabro en esos lugares que me espanta. Otro día salí a correr con dos amigas que se preparaban un triatlón. Luego las vi correrlo mientras me bebía un coco en la playa. Y me picó la curiosidad. Y me rasqué, pero nada.

Este finde habría corrido mi primera tri (sprint, la mitad que la olímpica), pero el destino nos dejó sin bicicletas y volviendo a ver a la gente correr desde la arena. A la próxima voy preparado. No me entusiasma correr, la bicicleta la llevo pero aburre si entro solo. A nadar estoy enganchado, jamás me imaginaba nadando más de 800 m sin parar. Soy más de deportes explosivos (como las granadas, como la diarrea). Pero aquí estoy.

¿Me entusiasma y llena igual que la escalada? No me jodas, no hay color. Pero como metadona está bien. Ahora... hay algo que si me está picando además de los mosquitos. El baile. Y lo digo así, entre puntos y seguido, con la boca pequeña. Es como que me da hasta cosa decirlo. Yo. Bailando. Caguese usted explosivamente. Llegué con el reto de afrontar miedos y me lo he tomado en serio.

Un par de clases, unas cuantas amigas con paciencia infinita, unas cuantas cervezas, mucha verguenza, pisotones y desasosiegos... ya estoy haciendo mis pinitos. Nada del otro mundo, pero bailo. Y pienso en la próxima vez. Y cierro los ojos e imagino el paso de bachata. Y abro un video de salsa...

Quizá la música no me engancha como para escucharla en casa, pero el baile me parece la hostia. Y esta guay tener cosas así en la cabeza. Retos así. Estoy deseando agarrar a Elvira y sacarla a bailar durante horas. ¡Y a mi hermana! ¡Y mi madre! Wow.

lunes, 21 de octubre de 2013

Horarios flexibles

Flexibilidad horaria. Que idea más maravillosa. Nadie controla cuantas horas echo ni a que hora entro, si debiera estar en oficina, complejo deportivo o reunido en el edificio de bienestar estudiantil. Esto puede llevar fácilmente a la crítica de que seguro que hay gente que se escaquea más de la cuenta o simplemente trabaja menos que otros. Pero aquí parece que funciona. Puedo asegurar que a mi me funciona.

Los funcionarios (lo que aquí son el secretariado, personal de mantenimiento, etc.) tienen unos horarios más fijos (que yo sepa sin una exigencia horaria muy dura) que "marcan" los que debieran ser los del profesorado. Entrar a las 7:30 hasta las 12. Luego vuelves sobre las 13:00 y hasta las 16:30 aprox. 8 horas.

Uso ese horario como referencia, y el resto lo marca mi volumen de trabajo. Días que tengo que preparar una clase y entro a las 6:30 para tenerlo todo listo y compenso yéndome un rato antes o con una siesta (que no suelo echarme aquí). Un día te quedas dormido y no hay estrés de que te vayan a regañar. Tienes cosas que hacer y recuperas el retraso a la tarde, al día siguiente o cuando puedas.
Evidentemente cuando tienes clase, ese compromiso horario no te lo quita nadie.

Hay como un compromiso generalizado con la universidad de dar lo mejor de ti. Y funciona. Casi diría que aquí tienen más problemas de gente que trabaja más de lo que debiera. Y yo ya he caído más de una vez en eso. Estar un domingo por la mañana en la oficina o pegarme más madrugones de la cuenta. Pero se aprende a saber parar y dejar para otro momento y empezar a pensar en tu tiempo libre.

No puedo decir que esto funcione de forma generalizada. Quizá no tantos trabajos puedan permitirse abrirse a este tipo de trabajo. Pero en mi caso puedo asegurar que aumenta mi calidad de vida.


martes, 15 de octubre de 2013

Animalitos en casa

Esta tarde he tenido dos coloridos visitantes. El primero este lagartito minúsculo y precioso que me ha hecho dar un salto cuando ha salido de su escondite.


Pero la gran sorpresa ha sido el rescate de este pajarito. Me lo he encontrado en el suelo, quietecito. Inicialmente creía que estaba muerto pero he visto que respiraba.


Al ver que no estaba muerto lo he cogido y transportado a lugar seguro. Me daba cosica hacerlo con la mano por si estaba herido o algo, así que le he buscado un medio de transporte. Le ha parecido bien y se ha portado estupendamente.


Una vez en lugar seguro he intentado darle de comer y beber, pero no ha aceptado mis ofrendas. Estaba convencido de que estaba enfermo o se habría golpeado contra un cristal. Al menos ha posado para esta fotaza con mi cámara paleolítica.


Lo he puesto en mi dedo, ahí ha durado como 10 segundos y ha salido volando hasta un árbol. Mi teoría es que se ha golpeado con el cristal de la habitación (estaba justo al lado) y se ha quedado aturdido. Tras la sesión de fotos ha recuperado la cordura y ha decidido irse a escribir en su blog el susto que le ha dado un humano de pelo rizado.
Creo que es un eufonia gorgiamarilla que hasta me ha dejado hacerle un minivideo.




domingo, 13 de octubre de 2013

Salón y comedor

Este es mi centro de mandos en la casa. Sigo sin que llegue el barco cargadito de regalos desde España, así que me las apaño como puedo. Me dejaron ese sillón, esa mesa y una cama (los tres elementos de dudoso confort). El ordenador lo traía desmontado en la maleta.


Por engordar un poco la entrada. Una foto de la cafetería donde como a diario. Desayuno y ceno en casita (como puedo porque no tengo casi nada en la cocina), pero para comer me viene mucho mejor hacerlo allí. Por tiempo y por resultarme complicado preparar comidas medianamente elaboradas en casa.
Y lo bueno es que es fácil conocer a gente o socializar un poco. A veces te sientas con compañeros de trabajo, otras con el decano, otras con estudiantes, otras con funcionarios. Aunque también me veo con la bandeja y esa sensación de no saber donde poner el huevo. No conoces a mucha gente, no sabes si le incomoda que te sientes, no encuentras a esa persona que te gustaría encontrar, te acercas a alguien que has visto y su mesa esta completa... Y no entro a hablar de la comida, que da para otra entrada y hay que economizar.


jueves, 10 de octubre de 2013

Basilisco de doble cresta

Estaba a la salida de un aula. Color y forma preciosa. De primeras creía que era una iguana pequeñita, pero al verlo más de cerca vi que era un bichejo diferente.
Estos reptiles son los que se ven andando por encima del agua gracias a unas membranitas que tienen entre los dedos.


En esa misma zona ayer casi atropello a la iguana del académico 2 (la"mascota" de una zona del campus). Destacar también que hace poco creo que llegué a ver el caimán que vive en el río de atrás de mi casa. Salió corriendo y no puedo asegurarlo 100%, pero algo grande y parecido estaba en mi jardín. Me han contado que el pobre esta cojo y le falta una patica...
Y hoy he visto mi primera serpiente en Costa Rica. Una preciosa y peligrosa coral (no tenía la cámara, así que pongo foto de archivo). La habían cogido del suelo de un laboratorio, no sé cómo han tenido valor. Era muy pequeñita, pero dicen que son las peores porque inyectan todo el veneno y no sólo parte (como hacen las adultas).


Es la magia de este sitio, mes y medio y sigo sorprendiéndome.

martes, 8 de octubre de 2013

Humedad

Ya tengo Internet en casa. Con todas las restricciones del Internet de la EARTH, pero Internet. Se dice pronto, pero es un gran paso en la conquista de estas tierras. Estaba ya por llevarme la cama a la oficina. En fin, a ver si puedo seguir con la idea de entradas cortas pero continuas.

Hoy quería resumir lo que es vivir con estas tasas de humedad de forma casi continua. En India o Tailandia pude vivir temporalmente lo que supone. Recuerdo que una de las cosas que pensé era lo difícil que veía vivir de continuo en un clima así. Pues toma 3 tazas. Pero como con todo, se sobrevive y se acostumbra uno. Aún no del todo, no nos flipemos. Puta humedad.

Lo primero lo más evidente. Sudando a todas horas. ¿Te agobias? Pues te acostumbras, y al final no lo llevas muy mal. Las duchas ayudan minuto y medio. Antitranspirantes: mala idea. 1 semana con unos golondrinos que no me dejaban levantar los brazos. Me sorprendió salir a correr un día... no me he sentido chorrear así en la vida, y nada más empezar.
También trae algunas implicaciones derivadas. Bebes tanta agua que meas más de lo habitual. De hecho yo rara vez voy al baño en mitad de la noche y aquí me despierto hasta dos veces. Una jodienda.

Y saliendo de la pegajosa percepción corporal. En la cocina las especias se aglutinan y les sale moho. Pasta, galletas, cereales, etc. mejor los guardas en tapers o en la nevera. Cualquier cosa de cuero tiene hongos (como dicen aquí al moho) en unas semanas.  La ropa puede no llegar a secarse nunca si está nublado. Mis botas de montaña han pasado ya por cepillo y lejía 2 veces. Hay que usar cloro en los baños, sacar la esponja al sol... Incluso en algunos despachos ponen bombillas dentro de armarios para conservar bien los libros o el preboste tiene una habitación "especial" que controla la humedad para guardar ciertas cosas.

Se echa de menos el clima seco. Es un clima que "cansa" por ser tan pesado. Es cierto que con las semanas dejas de echarle muchas cuentas y no molesta tanto. Pero noches como esta, donde los ventiladores no son suficientes, ando nostálgico del clima granadino.


lunes, 30 de septiembre de 2013

San José

Capital visitada. Dos veces en la semana, una por papeles y otra por compras. Por favor continúen caminando, aquí no hay nada que ver. Lo único destacable se resume en esta foto:


Un restaurante Japo con una variedad de Sushi exagerada. De hecho para un japonés debe ser algún tipo de insulto o violación culinaria... porque había de mil tipos y combinaciones. En cualquier caso, realmente exquisitos. Tan exquisitos como caros. Cada platito de esos 10 dólares.

Y eso es San José y CR en general, precios increíblemente altos en una sociedad donde no abunda el buen sueldo. De hecho España tiende a ser lo mismo, pero tenemos unas infraestructuras del pasado que enmascaran la condición actual, jejeje.

Comentar que en mis papeleos me tratan de diplomático (tengo carnet y todo...), algo que aunque parezca guay, me ha hecho sentir muy incómodo más de una vez. Los de seguridad me cuelan en las colas o tengo tratos preferentes. Se supone que estoy en este país en misión internacional, es decir, vengo desde el extranjero para ayudar al desarrollo del país, y por eso las facilidades... Pronto veo a Costarricenses en España con este carnet diplomático, jejeje.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Noches complicadas

Sin duda el momento del día más complicado. Se juntan una serie de factores que me han hundido ya más de una vez. Estoy empezando a adaptarme y superarlas sin más problemas, pero sigue siendo un reto psicológico de tres pares de gónadas.

Por un lado parece haber una probabilidad alta de que me ocurra algún tipo de suceso remarcablemente desagradable. Peleas nijas con cucarachas cicladas, un enchufe me tumbó de un calambrazo, picaduras nocturnas de bichos no identificados, encontrarse algún problema de salud raro (como los golondrinos... ya superados), ruidos en el jardín de animales indeterminados, una uña furtiva que siguiendo la ley de Murphy termina en mi ojo, se clava y pierde durante una hora en él, llegar a casa y que huela entera a quemado... y descubrir, corazón en mano, que era el electricista que había achicharrado unos cables... Cada noche algo me espera, ahora intento tomármelo como la sorpresa del día.

Esos sucesos aislados no son tanto si no le sumas el cansancio. Ese cansancio que te predispone a una visión pesimista del mundo, a una negatividad intrínseca a cada pensamiento, a la autodestrucción sin piedad...
Aparecen esos momentos de "qué pollas hago aquí".

 Me descubro viendo fotos de Granada, leyendo alguna notita que me dejó Elvira, viendo algún vídeo de nuestras fiestas... y me recorre una meláncolía que me aplasta en el sofá. No sentir la casa tuya, verla como un cúmulo de potenciales peligros, de los cuales pocos son reales y muchos irracionales, sentirte sólo y sin energía para animarte... 

Esta misma noche, después de cena y capitulillo me voy a la cama de buen humor y pensando que ya lo voy controlando todo... Entrando en el sueño algo se mueve en el jardín. Lo ignoro, ya se que será algún armadillo o pájaro. Aparece en mi mente la imagen de un puma. Luego una serpiente. Luego un caimán. Luego un vecino en pelotas. El miedo me recorre, un miedo tan brutal como absurdo. Me envalentono con el móvil en modo linterna a asomarme... y allí no había nadie. A la cama con la decepción y el corazón latiendo a tope. Pues otros 45 minutos sin dormir. Y luego en mitad de la noche me despierto de un sustaco enorme, aun no sé si de un ruido externo fuerte, de una pesadilla o qué... pero despertarse temblando buscando el móvil es horrible (el interruptor de la luz está lejos y descalzo y a oscuras no voy yo a ningún lado aquí). Una fiesta.

Pero puedo decir que la evolución es buena. Me siento fuerte dominando a mis bichos reales e imaginarios, a mis miedos y pensamientos tontorrones. Las mañanas suelen ser lo contrario, me veo despertando en un paraíso y suelo despertarme con ganas de todo. No me asusta, creo que forma parte de una adaptación compleja y larga que va a mejor. Si escribiera esto por la noche no encontraríais este último párrafo, jejeje.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Lluvias de la muerte

Sigo sin tiempo, así que más entradas fugaces.
Aquí el calor y la humedad suelen ser constantes. Hay días que se soporta bien, otros que se hace muy duro. Los ventiladores de techo realmente le salvan a uno el día. Lo curioso es que si vas a San José, a la capital, allí el clima cambia mucho mas llevadero, fresco y menos húmedo. Y si llegas a la costa Atlántica es seco y, por ejemplo, la época lluviosa de mi zona, allí no lo es.

La cuestión es que cuando llueve refresca y se respira un poco (aunque cuando termina, la humedad se dispara), y ahora mismo estoy viviendo la primera ducha tropical en condiciones y quería compartirla:


Los vuelos siguen bajando

Hay mil cosas que quiero contar, pero no saco tiempo mientras trabajo para escribirlas. E Internet parece que se retrasará bastante por problemas técnicos gordos. Una entrada rápida, que me ha sorprendido esto mucho:
Mirando de nuevo los vuelos de mi tía para enero-marzo, veo que han bajado más aún!! menos de 400 E.


sábado, 21 de septiembre de 2013

Primer contacto con el Caribe

El finde pasado por fin salí del monasterio. Y cuando digo monasterio no digo armario. Vivir a 5 minutos de tu oficina, en el mismo campus, crea una sensación semi claustrofóbica que se incrementa cuando no tienes Internet en casa y tienes que irte a la oficina para escribir una entrada como esta.



Por tanto, la mejor manera de entender que supuso el viajecito de la semana pasada sólo hay que ver los primeros segundos de este vídeo.

Un grupillo de gente iban a correr una triatlón en manzanillo, una playa cerca de puerto viejo, en el caribe. Yo ya estaba mejor de salud, así que iría a plantar mi toalla de fibra en la arena y ver como la gente corría mientras me tomaba una cerveza. El profesor de bienestar físico y salud debe crear escuela, eso de nadar, bici y correr esta sobrevalorado. Al menos mi salud necesitaba relax y vida social, lo de moverse lo dejé para la semana siguiente (¡y también lo he cumplido!).

El viaje en coche fue el primer choque con la realidad vial costarricense. La puta locura. No sólo el estado de carreteras, las bicletas cargadas de bananos, los boquetes en el suelo, los camiones parados en mitad señalizados con matas de plátano tiradas por la carretera... la fiesta de la conducción. He conducido en Marruecos y Tailandia, confío en que sólo necesitaré adaptación y mucho, pero que mucho cuidado.



El tiempo se portó, sol y alguna nubecilla. Contando con que tiende a llover casi todos los días aunque sea un ratito, aquello estuvo muy bien. El mar era de un azul verdoso de la hostia, y puedo decir sin miedo que ha sido el agua mas cristalina en la que me he bañado. Me recordaba a las lagunas de la sierra cuando se ven ultracristalinas. Tuvimos la suerte de que el mar estaba emplatado y eso ayudaba.


Los baños y demás me ayudaron a socializar un poco. Desde el coche traía una sensación agridulce de ilusión y extraño desencanto con la gente. No porque no me cayeran bien, más por el miedo a ver si no encajaba. La música tendía a ser latina en el coche, a veces confundible con reggaetón... y eso tiraba para atrás. Pero en la playa poco a poco te vas dando cuenta de que todo es muy matizable. Son gente en general maravillosa, y poco a poco voy conociendo de forma individual y viendo como hay personajes que merecen mucho la pena.
Aquí un amigo que hice.


El aspecto social tuvo su culmen cuando a la noche, aunque estaba algo cansado, salimos de cervezas en puerto viejo. Madre mía. Mil bares/pubs con un ambientazo, cervezas a 1$ (contando con que en CR todo es caro, es muy buen precio) y música muy variada. Desde conciertos en la calle, reggae, electrónica, más comercial... para elegir. Bailé mucho, conocí a más gente y tuve mi primer baile latino en pareja. Ni idea de qué era, pero ya tengo claro por donde va una de mis metas personales aquí.


Todo el mundo sabe bailar salsa, bachata, merengue, swing criollo y sus muertos en almibar (curiosa palabra, almibar). Es parte de su cultura, lo llevan en la sangre. Aunque hay más ambientes, para disfrutar aquí hay que saber bailar. No me entusiasma musicalmente, de hecho a veces tienda a ser chungo-música, pero el baile está que te cagas. Además, aquí no lo veo tanto como algo para "restregar y guarretear". El baile en pareja está muy normalizado y hay una distancia de confort con la que no me siento incomodo. Tiempo al tiempo.

En general me vino muy bien para desconectar de facultad, de clases, del campus. Respirar un poco y conocer qué es Costa Rica fuera de la EARTH.
Hay sensaciones magníficas y otras más melancólicas. No podía evitar pensar continuamente las ganas que tenía de compartir todo eso con mi gente de Granada. Pero tiempo al tiempo.

Para cerrar, os presento a las amigas que había dispersas en los bosques de almendros tras algunas playas. eran muchas y grandes. Preciosas y horribles al mismo tiempo. Me recordó a mi experiencia en la India.


Y se nota que es sábado, que tendría que estar preparando clases y no tengo ni maldita gana... la idea de las entradas cortas queda pendiente.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Vuelos a Costa Rica

Sigo sin Internet en casa, así que me da para una entrada rápida. Buscando vuelos para mis padres para febrero tengo precios como los siguiente:


Eso es ida y vuelta y con vuelos muy interesantes, donde las escalas no son largas. Siempre que se baje de 20 horas en la ida o la vuelta con una sola escala es una opción interesante.
Son precios baratos por la antelación, por eso lo voy dejando caer, para que os programéis las visitas ;)

Buscando en otras fechas por curiosidad. Viajecito a mitad de marzo:


Desde mayo suben los precios a 800 y en junio a unos 950 (aunque son vuelos directos, que son comodísimos)


Aunque no lo voy a buscar ahora (por tiempo) los vuelos en septiembre y octubre andaban de nuevo por los 450- 500.

Si miro "a corto plazo", por ejemplo para este noviembre de 2013, los hay directos  por 700. Y esto sin bichear exactamente los días, solo un par de días al tuntun. Si te vas a diciembre suben más. Así que de momento diría que los mejores meses son febrero, marzo, septiembre y octubre por cuestión de precios. Ademas todos esos meses son más o menos buenos por clima (no pilla los momentos de más lluvias, aunque aquí llueve siempre).

Ale, ahí queda la gran indirecta del día ;)



domingo, 15 de septiembre de 2013

Primera sema de clases

Sigo sin Internet en casa. Tampoco tengo muebles o lavadora. Pero repito, no tengo Internet. ¿Sabéis lo vacía que la deja? Me estoy viendo todas las fotos antiguas en vez de series mientras como.

Ya llevo 15 días por aquí. Joder como pasa el tiempo. Y ya ha pasado la temida primera semana de clase. Semana que sabía que saldría bien y que todo el mundo me decía que saldría bien. Pero eran hipótesis que mi circuito del miedo se pasaba por el arco del triunfo. Estaba cagao.

Lo mejor de todo es que la primera semana entre esta enfermo y ocupadísimo, no pude preparar la primera clase (y más importante). Llego el finde y el toro pegando cornadas. Llegó el domingo por la tarde y no tenía ni el PowerPoint. Y no era por dejadez, simplemente no había tenido una buena idea de como plantear la primera clase. Si no me convencía a mi mismo, no era capaz de encajarla bien. Dándole mis vueltas a que era lo que buscaba con esa primera clase, cuál era el objetivo principal... y lo peor que cuanto más lo pensaba más caía en clases muy típicas donde el objetivo real y pedagógico se perdía y caía en enseñar lo que me habían enseñado.

Me terminé acostando con fiebre el domingo sin nada hecho y despertándome sobre las 4 de la mañana del lunes para seguir con la clase (las 4 aquí, a efectos prácticos son las 6 de España). Evidentemente amanecí enfermo. Me empastillé y salí para la oficina. 15 minutos después llego al despacho sin las llaves... camino de vuelta, suerte que me dejé la casa abierta (no todo iba a salir mal...) y de nuevo para la oficina. Ya con el tiempo pegado al culo. Tan pegado, que decidí plantar un pino al llegar al campus... y allí tuve un magnífico Eureka! y vi la clase. El par de horas posteriores fue una carrera haciendo la presentación.

Algo nervioso empecé la clase, sin recordar ni las diapositivas e improvisando. Pero estaba jodidamente lúcido. Lo que hace la adrenalina. Lo bueno era que mientras pasaba la clase, las actividades, los debates... no se me iba de la cabeza el objetivo principal, y volvía a él y lo retorcía en cada comentario.
Terminó la clase, yo con la fiebre alta y los alumnos felicitándome. Había cumplido perfectamente. Un alivio y una felicidad indescriptibles...

El resto de clases eran "repeticiones" a otros grupos, nada nuevo que preparar. Mi salud mejoró y las clases fueron bastante bien. El alumnado es maravilloso. Respetuoso, muy participativo y realizando intervenciones realmente interesantes. Aprendo muchísimo con ellos.

También he comenzado a dar un club de iniciación de baloncesto. Me lo pidieron y me metí en el fregado. No es lo mío, pero mientras no salga de la iniciación me mantengo.

Y para terminar y por dejar uno de los detalles más bonitos de esa semana. Tras la clase de baloncesto me quedé en el complejo deportivo de cháchara con los encargados (un chico y una chica costarricenses). De casualidad comenté que no me quedaba nada de desayunar (no había podido ir a comprar aún) y que iría a cafetería por la mañana. Pues cuando desperté al día siguiente tenía en la puerta de mi casa una bolsa con tapers con galletas, cereales, leche, fruta pelada y troceada... Estoy topando con gente muy interesante y que me están ayudando a no sentirme sólo. De hecho me están acogiendo magníficamente. Ahora mismo llego de ir a la playa con ellos y más gente y lo he pasado realmente bien, pero eso lo cuento mejor mañana, que da para otra entrada larga.

PD: el roedor grande que comentaba en la entrada de animalicos se llama Pizote y son preciosos. De hecho lo de roedor me lo dijeron y yo lo pongo en duda. Es de la familia de los mapaches. Os dejo una imagen.


viernes, 13 de septiembre de 2013

Dirección y teléfono

Breve apunte sobre mi dirección y correo:

Dirección para cartas

[mi nombre]
Universidad EARTH.
Apartado 4442-1000
San José, Costa Rica
Dpto. A4


Teléfonos (por si le interesa a alguien o emergencias)

Casa: (+506) 2713 0319
Oficina:
(+506) 2713 0106
Móvil: (+506) 8684 0127

Voy a quitar mi tarjeta española al móvil, de forma que no recibiré llamadas de mi antiguo número, pero parece que el Whatsapp seguirá funcionando asociado al número de siempre.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Animalejos

Tenía ya pendiente mi experiencia con animales e insectos variados. La cosa es que se me alarga porque cada día me pasa algo nuevo y prefiero esperar. Pero esto es CR y creo que conocer bichejos va a ser el pan de cada día durante un tiempecito.

Nada más llegar y la primera noche, me sorprendo en el cuarto, ya a oscuras, escuchando un sonido bastante fuerte que no sabía identificar. Me parecía pájaros, pero sonaba tan claro que era como si estuvieran dentro de la habitación. De hecho estaban dentro y no eran pájaros, ¡eran geckos! Unos largartitos que ya conocía de Tailandia, pero aquí el sonido que hacen es diferente y se parecen mucho a salamanquesas. No son muy sorprendentes, pero si curiosos en cuanto al sonido que hacen. Subo foto de Internet.

Ya la segunda o tercera noche mi sorpresa fue encontrar por el césped un animal del tamaño de un gato, o algo más grande, excavando y trasteando por la oscuridad. Me fui acercando poco a poco y a una distancia de como 3 o 4 metros no percibió y pego un respingo y se quedo totalmente quieto. A mi siguiente movimiento ya me vio y echó a correr como un demonio. ¡Era un armadillo! Que no veas si son grandes y pesados. Me los esperaba mas chicos. Ahora me he encontrado muchos por aquí, sobre todo por la noche. Es bastante divertido acercarte a ellos sin que se den cuenta. Es como "reloj reloj la una y las dos". Cuando meten la cabeza bajo tierra para buscar cosillas, te acercas despacio, pero tienes que estar quieto cuando sacan la cabeza. Como te vean moverte salen a toa leche corriendo en direcciones tan aleatorias como hacia ti, o hacia una pared... son muy divertidos.
Los he intentado fotografiar mil veces, pero a 3 o 4 metros (no he conseguido más) mi móvil saca unas mierdas como estas:

Otro sorpresón han sido las iguanas. No se por qué, pero me las esperaba muuuuucho mas chicas, y son unos bicharracos enormes. La de la foto vive por unas palmeras del campus, pero hay bastantes por los alrededores. Hace poco una boa se comió a una y estuvo 2 días para tragarla y 2 semanas de digestión... me han enseñado las fotos pero no las tengo. Subo la única que tengo, es de la que vive en el campus (tamaño medio) Pena que no se le vea la cola que puede ser como 3 o 4 veces el tamaño del cuerpo.

El tema de los pájaros también es curioso. Uno, que ya me ha pegado más de un susto, se coloca en mitad de los caminos por la noche, agazapado que parece una piedra, y cuando pasas cerca se levanta y echa a volar. Negro con bandas negras muy bonito. Por lo demás tienden a ser de colorines y a cantar de formas curiosas. Es normal dormirte y acostarte con una orquesta de pájaros e insectos de fondo.

También es normal, sobre todo por la noche, ver muchas ranas y sapos. Lo especial es la cantidad, como con el resto de animales. En un paseo nocturno siempre ves 1 o 2 animales curiosos de pararte un rato.

Otro día yendo en coche se nos cruzó un roedor con la nariz larga, entero de pelo negro, del tamaño de un perro mediano bastante bonito. Pero no recuerdo el nombre.

Luego ya me han contado historias de mil animales que iré viendo por esta zona alrededor del campus. Serpientes de muchos tipos (algunas mortales en menos de una hora, jejeje), monos, perezosos (que ya vi en mi primera visita), ranas de mil colores diferentes, caimanes, benados y con suerte las huellas de algún puma o felino grande (pero esos sólo salen por la noche y raro es que los veas). También es normal que en una zona que haya mucha mala hierba tengan pastando ovejas o lo que sea.


Y si nos pasamos a los insectos... esto es el paraíso. No llevo la cuenta de las pesadillas relacionadas con animales peligrosos o insectos que llevo. Principalmente es irracional, no me andan atacando todos los días, pero ya hay algo que me esta comiendo a picaduras por la noche (y no lo identifico ni yo ni mis colegas), que no es mosquito, y que espero que desaparezca con la fumigación que hice ayer en el cuarto. por poner ejemplo, aunque el pobre estaba muerto, los escarabajos que se gastan por aquí.

Y de árboles no tengo fotos que merezcan la pena. Pero son realmente preciosos. No identifico más que el bambú (que ya de por si es precioso) y hay ciertos árboles del campus que me tienen enamorado. Es una pena no tener una cámara en condiciones. Uno que me gusta, pese a ser muy sencillo, parecer pequeño y salir regu en la foto, es este:

Ya he dado mis primeras clases y he superado etapas de salud un poco penosa por no decir mala. Pero eso es otra historia, a ver si tengo ya mañana o pasado mi ordenador e internet en casa para poder escribir cómodo.


sábado, 7 de septiembre de 2013

Contactos sociales y vídeo de la casa

Ok, estoy algo pesado con el tema de la casa. Pero estoy haciendo fotos y vídeos para que mi familia pueda saber que comprar y mandarme por barco. Y ya que les he subido el vídeo, lo subo al resto del mundo.
De hecho ya me lo han dado, aunque el vídeo es de antes de que me lo dieran. Y ojalá estuviera escribiendo desde allí, pero no tengo internet aún. Y una casa sin internet... se queda muy coja, jejeje. Esperemos que para el lunes.
De hecho me he ido al apartamento anterior, y estoy fuera sentao en un tranco viendo llover mientras pillo el wifi :)
La casa esta vacía completamente. Cuesta verla como un hogar. Hoy han estado en Ikea mis padres y van a meter de todo en el barco. ¡Estoy deseando que llegue todo!
Por lo demás, y antes de poner el vídeo, ayer tuve mi primera reunión extraprofesional social. Yeah. Me invitaron a ver el partido Costarrica - EEUU. Eran profesores o funcionarios de por aquí, todos jóvenes y amigos entre ellos. La verdad es que el recibimiento fue cojonudo. Fue la primera vez que me sentía hablando con confianza, sin la presión de la universidad. Gente de entre 25 y 35, con inquietudes y aficiones similares. ¡Me ha abierto algunas puertas!
Y ahora me voy a comer con la pareja española, que son muy apañaos, a ver si me siento como en casa :)


Visita futura casa en CR from Olmo Ríos on Vimeo.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Horarios ticos

Son 8 horas menos que en España, pero todo se hace 2 horas antes, lo que supone un cambio "real" de 6 horas. Es decir, amanece unas 2 horas antes, se desayuna 2 horas antes y lo mismo con trabajo, cena, etc.

En la facultad los horarios son flexibles fuera de las clases, reuniones y demás cosas que te apuntes. La gente suele entrar a las 7:30 hasta las 12 que comen, y luego de 13 o 13:30 a 16:30. Haciendo cuentas (las estoy haciendo por primera vez) unas 7:30 - 8 horas. Me parece correcto.

Al principio entre jetlag y tal me despertaba sobre las 4 y aprovechaba para skypear, que era buena hora para la familia. El horario se me ha ido desplazando hasta despertarme a las 6, y de momento lo voy a mantener ahí. Me da tiempo a hablar un poco con familia y Elvira, desayunar e ir a trabajar.

Como sobre las 12, así que echo la mañana de forma correcta. Sigo regulero de salud y necesito café y paracetamol para sobrevivir hasta el almuerzo, pero hay algo de constancia. Luego el día se me desmadra un poco.

A las 13 mi cuerpo no sabe donde está. El apartamento está lejos y no hay siestecilla posible. Me arrastro al departamento y hago algo hasta que puedo. Lo mismo a las 16 me voy al apartamento a merendar y conversar por Skype. Lo mismo me quedo en la oficina trabajando. No quiero depender del café y ya no se si es sueño, que sigo malillo, el calor y la humedad... pero me siento altamente desorientado. Dan las 6 y pienso en acostarme... y me acuerdo que hay que ir a cenar. Ceno y me da por irme a la oficina, ya todo a oscuras y vacío, con el de seguridad preguntando que hago allí; "pues nada, aquí terminando la programación didáctica". Se va más nervioso que antes.

En fin, un lío. Hoy estoy a las 19:40 casi metido en la cama. El despertador me ha dicho que la alarma sonará en más de 10 horas... ¿cómo me sobra tanto tiempo? Sólo se me ocurre que de momento no tengo actividades de ocio. Alguna serie pero poco más. Nada de deporte (por la salud), ni de socializarme (sin confianzas ni ganas aún), ni mi ordenador grande montado (para procrastinar y jugar al SC)...
Pero dentro de poco empiezo a dar clases de baloncesto (la vida me vuelve a pegar ese revés), montando un club de montaña con un profesor, mirando horarios de piscina, conociendo alumnos que hacen surf. 
¡Joder que se asiente esto ya!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Primer contacto con el alumnado

Como no tengo la casa aún y el apartamento provisional sólo dispone de un cutre microondas, tengo que comer y cenar en la cafetería. La verdad es que se come bastante bien y el ambiente es muy agradable.
No hay distinción de zonas u horarios entre profesorado, alumnado, funcionarios, visitantes... la única diferencia es a la hora de pagar, que el menú cuesta diferente en función de tu sueldo. Algo que me parece estupendo.

Hasta ahora había comido solo o con algún profesor de los que voy conociendo. Mejor acompañado, cada tema de conversación es fuente interesante de información. Ya sea de compra de coche, de cara a las clases o por el simple hecho de socializar un poco.

Lo interesante ha llegado esta noche. En la cena no suele haber profesorado y sólo se ven alumnos y alumnas. Me he sentado solo y al poco me ha pedido un alumno sentarse conmigo. En 10 minutos estaba en la mesa con 4 más. Muy simpáticos y respetuosos, haciendo chistes, contando curiosidades. En definitiva mucho más interesante que los profesores... y a la vez me encanta estar hablando con 2 venezolanos, una colombiana y un par de ticos. Creo que es de lo que más voy a aprender de CR.

¡Y mañana no se me pasa hablar de los bichos y animalicos del campus!

Futuro hogar

Aún no tengo mi casita lista, pero ya la he bicheado un poco. La verdad que está mejor de lo que esperaba, el coñazo va a ser amueblarla y comprar electrodomésticos. Parte me lo traeré de España (Ikea mode ON) y otras cosas las compraré por aquí. En resumen: una pasta. Pero he de montar un hogar que me guste, que la experiencia ya me ha demostrado que si no te gusta tu casa, Rajoy mata a un gatito, y la vida sabe a biterkas.
Unas cutre fotos tomadas con el celular:

El salón-comedor con la terracita y el jardín al fondo

El cuarto de invitados (por donde pasaréis todos y todas).

El jardín visto desde la terraza (si, todas esas son mis tierras)

No tengo más fotos que merezcan la pena, cuando lo tenga en mi poder y montado intentaré hacer alguna mejor.

Por lo demás, cada vez menos reuniones y burocracias y más trabajo del de verdad. El lunes empiezo las clases y estoy cagado... además de tener muuucho que preparar aún. A ver si mañana termino la programación del curso y ya viernes y finde preparo la primera clase, donde habrá presentación del curso y hablaremos de salud, ocio, tiempo libre, promoción de salud... esas cosicas.

Y mañana, si no sale otro tema más interesante, os hablaré de mis experiencias con los animalejos de CR :)

martes, 3 de septiembre de 2013

Llegada a CR de resaca emocional

Un poco de vudú caribeño y este blog resucita de entre los muertos.
Aun sigo mareado del bamboleo emocional de los últimos días en Granada. Sabía que iba a ser duro, pero me siento como si no lo hubiera visto venir. Sin entrar en más detalle, que habría para rato, lo que más me ha marcado es descubrir como en situaciones tan tensas como esta, la mejor medicina es el llanto desbocado, sin control ni mesura. Trae una calma tras la tormenta impresionante.
Ya he pasado mi primer día completo en CR y solo puedo decir que esto es raro, muy raro. Sigo con la sensación de estar de visita, y cada vez que intento asimilar que voy a vivir aquí entro en cortocircuito y empiezo a chisporrotear.
Estoy en un apartamento provisional y hasta dentro de una semana no me dan la casa definitiva. Coñazo porque no puedo/debo deshacer as maletas. No tengo mi despacho aún, no he empezado a trabajar, no tengo coche para moverme o ir de compras... me va a costar asentarme, pero poco a poco. De momento son todo gestiones de seguros, contratos, cuentas bancarias, etc. Imagino que para el miércoles ya empezaré más con lo mío y a preparar clases.
Hace un calor soportable, llueve de tormentones por la tarde y el resto del día solecito. Las noches, pese a ser trópico, son mucho más soportables que las tailandesas o las indias. Por remarcar alguna cosilla más, me encanta el atardecer y la noche (obviando a los mosquitos) porque empiezan mil bichos y pájaros a hacer sus ruidos y se monta una fiesta super agradable de escuchar. Es un sonido de fondo que me tranquiliza mucho.
Siento entradas tan telegráficas, pero creo que va a ser la única forma de mantener esto vivo. Si le dedico tiempo a escribir y redactar de pm, lo dejo en menos de un mes. A ver si siendo escueto y escribiendo como me salga lo mantengo con cierta decencia.