sábado, 9 de noviembre de 2013

Eso te pasa por hablar...

¿Habéis leído la entrada anterior? Justito la que está abajo. Como molo, que bien me lo monto y que de puta madre me tomo la vida. Pero Murphy tiene muchos corolarios, y uno de ellos te castiga el Karma como digas que todo funciona bien.

Y aquí ando, resucitando poco a poco de un viernes/sábado mierder que te cagas. Ojalá fuera por una lucha a vida o muerte con un boa, pero ha sido una lucha contra mi mismo.
El viernes, as usual, arrastrando un cansancio considerable me da por venirme un poco abajo. Así, sin avisar ni pensarlo mucho. ¿Arriba o abajo? enga, pues vayámonos a las profundidades del hoyo y echemos tierra encima, si hay muchos días para estar arriba... Si es que soy la monda.

En fin, consigo arrancar, cenar con amigos y unos estudiantes y luego salir de fiesta. Y allí, tras una segunda cerveza en el pub de moda de los estudiantes (el antro más cercano a la universidad), me da por sentirme ajeno a todo lo que me rodea. Muy ajeno. Qué coño hacía yo allí. ¿Hola? ¿Hablan mi idioma? ¡Madre!, ¿me regala otra cerveza? No ayuda. No me atrevo hoy a bailar, me vaya a pisar a mi mismo y me haga daño. Bastante me estaba fustigando con esa perspectiva autodestructiva.

Y nada, a casita que me voy pronto. Y me despierto con la estupidez como bandera. ¿Te vienes con la bici? No ¿Te vienes a la playa? No ¿Estamos en San José, vente? Nah. Hola, somos estudiantes divertidos y jóvenes, ¿te vienes de fiesta? Huy no, me lo vaya a pasar más bien de la cuenta.
Y aquí estoy, redondeando las esquinas de la casa con mi frente. Por suerte Elvi me ha subido los ánimos, luego algún mensaje de amigos de por aquí que se han dado cuenta de mi gilipollez pasajera y vengo de colgar a Alex y Arantxa que han terminado de arrancar la sonrisa que necesitaba.

En fin, el tono apocalíptico de la entrada es en pro del desahogo personal. Siéntanse utilizados, pero no manden a los bomberos. La cosa no está tan mal como parece. Forma parte del proceso de adaptación, irse a la mierda y levantarse de un salto oliendo a brisa del Caribe, puño en alto, mirada estrábica y coros épicos de fondo.

Cortesía del peliculón Mindgame

2 comentarios:

  1. Jo ... ¡vaya montaña rusa emocional estas viviendo! cuando estuve en inglaterra me pasaba algo parecido cuando llovia. No se por qué, pero en cuanto era consciente de que era eso se me pasaba por completo.

    Por cierto, lei tu entrada de que solo dabas "una clase" de dos horas y que resultaba agotador....desde aqui me siento lo más identificado del mundo contigo!

    Un abracico

    ResponderEliminar
  2. Muchos besos y ánimos que cada mañana amanece y no sabemos qué nos deparará el nuevo día. Disfrútalo... ¡Y muchas felicidades!

    ResponderEliminar