viernes, 3 de junio de 2011

Adoctrinar

Recuerdo la pregunta que se hizo a un expositor que preparaba oposiciones, en relación a una unidad didáctica sobre economía. Le dijeron si no pensaba que con esas sesiones estaba adoctrinando al alumnado más que formándolo. Es evidente que se la hizo porque la cosa olía a adoctrinamiento. ¿Cuánto se adoctrina en la escuela o en la misma facultad? ¿Es posible una docencia completamente objetiva?


Recuerdo perfectamente cómo un antiguo profesor de física, al cual admiraba mucho, realmente adoctrinaba en muchísimos aspectos. De una clase salí totalmente convencido de las bondades de la energía nuclear y que los detractores simplemente eran personas que no conocían de física y por eso estaban en contra. Lo comenté en la comida y mi padre me dio una opinión absolutamente contraria… ¡pero mi padre es de letras! Los profesores tienen un poder muy grande, y por tanto debieran saber que tienen una gran responsabilidad (citando a Spiderman…)
Destacar que mi espíritu crítico actual me sitúa totalmente opuesto a ese modelo de energía. Al menos de momento no hay una tecnología que no suponga un riesgo tan brutal como el que asumimos ahora. Y volviendo al trapo, unas definiciones:

La formación hace referencia a las acciones combinadas de suministrar información de carácter científico y cultural y de incitar al ejercicio de la capacidad racional aplicada al análisis crítico de la información recibida (es liosa la definición pero leyéndola despacio está muy clara).
Por su parte, el adoctrinamiento hace referencia a la acción de inculcar doctrinas mediante la presión psíquica ejercida por una autoridad (en este caso el profesor), al margen de que se correspondan o no con auténticas verdades.

Los profesores, maestros, etc. tienen una opinión, se posicionan en todo lo que explican, por mucho que lo intenten ocultar. Puedes explicar algo de forma (teóricamente) objetiva y estar en desacuerdo… pero seguramente se note. Se le llama curriculum oculto y es difícil conseguir que no se manifieste.
La cuestión es que, si analizamos el comportamiento, los contenidos o cualquier comentario de un docente, encontraremos que su opinión se manifiesta de alguna manera. Y el alumnado lo percibe, consciente o inconscientemente. Ya se adoctrina. No voy a entrar en docentes que directamente quieren intentar convencer de su forma de pensar, es adoctrinamiento puro y duro.
Por ejemplo, aunque la normativa desglose los contenidos que hay que impartir, su desarrollo va por parte del profesorado, o la elección del mismo libro de texto… ya hay enfoques distintos de una supuesta realidad objetiva. Enseñamos en función de nuestra forma de ver el mundo.

¿Y cómo evitar esto? creo que realmente es imposible. Hay que aceptarlo, incluso presentarlo al alumnado. Despertar el espíritu crítico debiera suponer el incitar al mismo alumnado a dudar de lo que les estás contando. Enseñarles que los docentes nos equivocamos o que no tenemos verdades absloutas. Intentar no plasmar de forma evidente tu opinión como si fuera la realidad y a su vez obligarles a contrastar, a buscar otras ideas, otras formas de pensamiento. Incitar al debate argumentado.
Me se de uno que nada más llegar a clase el primer día decía “soy comunista, así que id pasando el filtro a todo lo que diga porque no puedo ser objetivo”. Quizá demasiado radical, pero como ejemplo tiene gracia.

En el caso de la pregunta al opositor, destacaba los problemas del modelo económico actual y proponía alternativas. En cierto modo estas adoctrinando, quizá otro economista piense de manera diferente… ¿Cómo de malo es hacer dudar sobre el sistema económico actual?
Que te hagan preguntas así es una putada, cómo argumentas a tu favor y defender bien tu unidad didáctica, mostrar que quieres dejar claro que hay otras opciones, otras posibilidades y que la actual no tiene porque ser la buena... sin que des la sensación de que no te gusta el sistema actual, que simplemente lo pones en duda. Movidón.


Mucha información, mucha es errónea y, o tenemos un mínimo espíritu crítico, o nuestra libertad se pierde en 0,2 al terminar siendo como quieren que seamos. Creo que en educación es vital y casi principal el enseñar a ser críticos con todo. La información está ahí, en Internet, en las conversaciones, en los libros, etc. sólo hay que saber cuál coger y dudar siempre de todas y de la misma que selecciones. El alumnado va a aprender más por su cuenta que gracias a nosotros… de forma que hay que enseñarles a aprender. 

Esta entrada está enfocada en la educación, pero es extensible. Cuando aconsejamos a un amigo, hablamos con la pareja... nuestra opinión está ahí. Unas veces buscamos adoctrinar de forma muy directa, queremos que tal persona actúe o piense de la manera que pensamos (nosotros) es más correcta. Otras simplemente nuestra opinión sesga los comentarios sin darnos cuenta. Es una forma de egoísmo muy compleja, pero me salgo del tema...

Espero que cuando tenga mi puesto de docente, pueda despertar ese espíritu crítico hacia el mundo, y se den cuenta (tanto como yo) de que está podrido y hagan por cambiarlo… pero espera, creo que ya estoy adoctrinando… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario